El vino blanco

En la entrada de hoy queremos hablaros del vino blanco. Quizá el rey siempre ha sido el vino tinto pero desde un tiempo no podemos negar que el vino blanco, se ha echo un hueco hasta coronarse como consorte del primero en nuestras mesas.

Elaboración del vino blanco

Sin ser ningún experto y a pesar de venir de una familia que fabricaba vino para su consumo propio en una pequeña bodega de León, en este post me gustaría contar como es su elaboración.

El vino blanco se suele confeccionar con uvas blancas o rojas (se elabora con uvas rojas si estas no tienen pulpa coloreada y no se someten a maceración).
Su proceso no es distinto al del vino tinto: empieza con la vendimia de los viñedos y su recogida suele darse entre los meses de julio y octubre en España, aunque en otros países se realiza entre febrero y abril, todo depende de la ubicación geográfica del país y de su clima.
Primero se somete al proceso de despalillado que radica en verter la uva en una máquina cuya finalidad es separar las bayas de los tallos de uva.

A continuación se lleva a cabo el proceso de estrujado de las uvas, que consiste en aplastar la uva para que todo el mosto que hay en la pulpa salga fuera. Así se consigue también que se separen las levaduras naturales que están en la piel de la uva, al mismo tiempo que se oxigenan y comienzan a activarse para facilitar la maceración.
El proceso sigue con la maceración que se basa en dejar en contacto la piel de la uva con el mosto durante un tiempo variable y con una temperatura baja, lo que se conoce como maceración en frio. Con esto se consigue que los aromas que se encuentran en la piel pasen al mosto.
Continua con el escurrido del mosto. Esta es una operación que se lleva a cabo para extraer la parte líquida de las partes sólidas.
Pasamos a la parte de desfangado para eliminar las materias sólidas que hayan quedado en suspensión como pueden ser pepitas, hierbas o restos de tierra y pasamos a la fermentación.
Aquí es dónde se da el gran cambio de zumo a vino. En la fermentación los azúcares del mosto se transforman en alcohol. Esto se consigue gracias a la intervención de las levaduras, que se pueden encontrar de manera natural en la uva o se pueden añadir de manera artificial al mosto. En este proceso es importante controlar la temperatura ya que si la temperatura es demasiado alta puede pararse la fermentación o que sea lenta.
Se suelen usar dos tipos de fermentación. La alcohólica, que consiste en mezclar todo el mosto con las levaduras y deja entro 18 y 20 grados durante 21 días, y la maloláctica cuya gran diferencia es el tiempo, unos 40 días. Ésta última es más habitual en vinos tintos pero hay algunos como el Chardonnay en la que es habitual ya que reduce su sensación de acidez y se consigue que sea mas suave.
La fermentación se lleva a cabo en cubas de acero inoxidable o en barricas de roble que le llevan a adquirir diferentes matices.
Después viene el trasiego. Este paso radica en pasar el vino de un recipiente a otro para que los sedimentos sólidos se vayan quedando en el anterior.
Finalmente se hace la clarificación y estabilización del vino. A través de sustancias como por ejemplo clara de huevo que llevan al fondo los sedimentos que puedan quedar en suspensión. En algunos, se realiza mediante el filtrado pasando el vino por una especie de colador que se parece más a una membrana o pieza porosa.

Variedades de uva mas usadas en España

Airen. Es la variedad que más se usa en España donde representa cerca del 23% del total de viñedos del país. SE caracteriza por ser muy resistente a agentes externos, a la sequia y a las plagas.
Albariño. Variedad usada en Galicia. Es una uva pequeña y de maduración tardía de color amarillo con toques verdes.
Albillo. variedad original de Castilla y León que da unos mostos afrutados y duces con una acidez media-baja.
Garnacha blanca. La encontramos en el norte de España y sus racimos dan un vino de gran cuerpo y mucho alcohol con aromas afrutados y florales.
Godello. Cultivada en el noroeste de Castilla y León y Galicia. Predominante para las D.O. de el Bierzo y Valdeorras. Produce vinos delicados, frescos y con tonos amargos
Loureira. Se encuentra en el sur de Galicia y sus vinos suelen ser de una excelente acidez, bajos en alcohol y refrescantes.
Macabeo. Cultivada en Cataluña, Aragón, La Rioja, Castilla la Mancha, Valencia y Extremadura. Produce vinos secos y espumosos con aromas florales y frutales.
Palomino. Se encuentra en Andalucia y Extremadura y sus vinos son de aromas intensos y florales. Es muy conocido por la DO Manzanilla.
Verdejo. Cultivada principalmente en Castilla y León da unos vinos jovenes, intensos con matices herbáceos y de flores blancas.
Xarel·lo. Se cultiva en Tarragona, el Penedés y Baleares y sus cavas tienen un sabor freso, frutal y floral

El Maridaje del vino blanco

El maridaje del vino blanco depende de muchos factores por ejemplo del tipo de vino, del plato al que va a acompañar y los gustos de los comensales.

Tradicionalmente se han combinado con pescados y mariscos por su frescura ya que combina a la perfección con los sabores delicados del mar, y con carnes blancas debido también al sabor suave de estas.

En cuanto a las ensaladas y verduras los vinos blancos les aportan un toque ácido y ligero que contrasta con la frescura de estos alimentos.

También es muy buen maridaje tanto para arroces como para pasta ya que si son platos que llevan salsas suaves, mariscos o pollo, el vino blanco les aporta un toque afrutado y seco.

Por último combina a la perfección con quesos suaves, como el ricotta y el brie, y postres cuyos ingredientes estén basados en frutas, chocolate o crema como por ejemplo una tartaleta de crema pastelera y frutas del bosque.

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